Post 283: efecto mariposa

Hoy aprovechando que estos últimos días mucha gente me pregunta que tiempo hará durante la Semana Santa, voy a contaros por que en los avances de previsión no vamos más allá de D+4 (el día en cuestión y cuatro días más).

La precisión de un pronóstico a corto plazo ha ido aumentado en los últimos años, por lo tanto no es incorrecto pensar que en pocos años el pronóstico a largo plazo también verá incrementado su fiabilidad.

El aspecto clave del pronóstico a largo plazo es su propia naturaleza caótica. Un sistema caótico seria por ejemplo el tiempo o la bolsa. En los dos casos es importante las condiciones iniciales: saber en que momento iniciamos el análisis. Un pequeño error introducido al medir el estado inicial hace que el sistema predicho se aparte rápidamente del real.

El físico Edward Lorenz descubrió esta naturaleza inherentemente imprevisible del tiempo en 1960. En esas fechas intentaba crear un programa de ordenador rudimentario para modelar el ambiente de la Tierra usando variables como la presión, la humedad, el viento... Muy pronto se dio cuenta que si corría el programa daba un resultado A, si paraba a medio camino el programa y volvía a correrlo con ese inicio distinto llegaba a un resultado B y así indefinidamente. Eso se conoce con el nombre de efecto mariposa.

Como podéis ver en el gráfico de arriba. Lorenz consideró dos inicios prácticamente iguales. Cuando corrió el modelo primero las curvas son muy parecidas. A partir de un determinado momento se van separando y el final son totalmente distintas. Esto sirve para justificar que la predicción para los primeros días es más fiable (líneas juntas) que a partir del 4º día dónde el porcentaje de fiabilidad desciende rápidamente (líneas separadas).

Ahora bien, si la tecnología puede evolucionar hasta el punto de que podamos conocer con precisión absoluta el lugar e impulso de todas las partículas en nuestro ambiente ¡¡podríamos predecir el tiempo del futuro, sin límites!!!

Pero eso no es tan fácil. Hay una teoría física que lo impide. Heisenberg en 1920 desarrolló su principio de indeterminación o de incertidumbre, según el cual nunca se podrá conocer con exactitud la posición de una partícula en el espacio.

Así que tan solo para esta semana que empieza solo puedo avanzar la tendencia que podrá tener el tiempo, pero ni mucho menos afirmarlo con rotundidad.

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